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Involucrarse. Clave para la Reforma del Estado.
Todos los días, surgen ideas negativas y positivas con respecto a la reforma del Estado. Las encuestas sugieren que la población está a favor de un proceso de reforma aunque reconoce que no tiene un conocimiento acabado del tema. La Asociación Ciudadanos por la Reforma (CPR) realizó la presentación del documento "Programa de Reforma del Estado. Agenda Política de las Reformas" que pretende servir de guía de las acciones que deben llevarse acabo para lograr la reforma del Estado, que de ninguna manera se reduce a la privatización de las empresas públicas (enajenación total o parcial).


Gladys S. Benegas Ph.D

Es el primer documento que tiene por destinatario a la ciudadanía. No es una propuesta a los partidos políticos. Es para el ciudadano y la ciudadana paraguayos, para que comprendan el proceso en su conjunto y puedan exigir las reformas estructurales, pues ya no se pueden negar los problemas de estancamiento económico y de deterioro constante y acelerado de la calidad de vida, del bienestar de la población paraguaya. El documento no es una agenda de gobierno. Es una agenda nacional. Acciones que deben tomarse cualquiera sea el partido que asuma el poder. El partido en función de gobierno determinará el cronograma de aplicación de las acciones, que dependerá del momento político en particular. Por qué la realización de la presente Agenda - Existe necesidad de recuperar la confianza de la ciudadanía en las instituciones paraguayas. Para la mayoría de la población, las instituciones responden a intereses sectoriales y no representan legítimamente las aspiraciones ni defienden los intereses favorables al bien común. Una agenda brinda una visión común, un esfuerzo común. Desde el día uno, si las decisiones tienen sentido de mediano plazo, que la gente común se juegue por soluciones de calidad, en lugar de escoger más para ahora y menos para el futuro. - Desarrollar la democracia participativa. En otras palabras, fortalecer la participación social en las decisiones que hacen a la satisfacción de sus necesidades. Esto significa transferencia de poder político y económico a los paraguayos y paraguayas, sin exclusión de ningún tipo. - Construir las bases del desarrollo socioeconómico del país. El modelo vigente en el país se basa en la estructura prebendarista que estuvo vigente en la dictadura. Es un sistema que se basa en "las ventajas adquiridas" a través de interrelaciones, antes que en las ventajas competitivas. No existe competencia en el mercado, entendiéndose por tal, la igualdad de oportunidades para cada uno de los agentes económicos. Por ello, no se generan actividades de mediano plazo, sino aquellas que brindan resultados sólo para el final de la jornada ("un golpe"), importando poco si se pisotea al prójimo. Aspectos positivos del Programa de Reforma El Programa de Reforma deja claro que la venta de empresas públicas es parte del proceso de reforma pero no es todo. La reforma significa establecer nuevas relaciones entre el Estado, la sociedad y la economía. Reducir un programa de reforma a la privatización es simplemente una manera de abortar un proceso y generar mayor resistencia al cambio. La agenda de la reforma debe permitir al Paraguay competir en el mercado global con renovada capacidad productiva, en un marco caracterizado por la eficiencia y la transparencia. La acción de reforma se basa en la descentralización como proceso de modernización integral y de profundización de la democracia, en otras palabras, un gobierno cercano a las necesidades de la gente común. Existen cuatro ejes principales:1. El rol del Estado; 2. El proceso de transformación productiva (Desarrollo económico y rural); 3. El programa de alivio a la pobreza (desarrollo de los recursos humanos); 4. El desarrollo institucional y político. En cada uno de estos ejes, el documento establece los principios, objetivos y estrategias que deben llevarse acabo. Estos cuatro elementos actúan en forma coordinada y tienen un peso específico en la acción. Para hacer realidad los objetivos planteados se hacen necesarias nuevas leyes. En total, el documento propone un conjunto mínimo de 23 leyes, que darán forma a la nueva economía jurídica. Reformas no se resuelven solamente por la existencia de marcos jurídicos sino por la efectiva aplicación. En este sentido, el documento busca favorecer una nueva cultura de autocontrol del funcionario público. En este proceso, se busca que los costos y beneficios del proceso de reforma sean compartidos por todos. Por un lado, se asume la existencia de costos para lograr la estabilidad macroeconómica y financiera. Por el otro, se reconocen los altos costos sociales que provendrán del achicamiento del Estado, sobredimensionado y deficiente. Para ello, será necesario que se establezcan programas de reconversión y reinversión laboral. Los programas de reforma para que sean sostenibles tienen que ir, pari passu, resolviendo los problemas sociales. El establecimiento de Fondos de Inversión Social son vitales en el diseño del cambio. El Programa de Reforma muestra también la relación que debe existir entre los objetivos de cambio y el presupuesto. Así, se establece que en el proceso de gerencia pública debe existir la obligatoriedad de que toda acción pública responda a procesos de planificación, que a su vez se traduzcan en tareas que deben ser presupuestadas sobre bases de ingresos reales (y no aquellos creados en la imaginación de los legisladores), y que permita el uso eficiente de los recursos. Esta acción requerirá revisar las bases tributarias, definir mecanismos de coparticipación tributarios claros y autónomos. Esto es importante teniendo en cuenta las grandes deficiencias del sistema tributario actual, que grava más a los que tienen menos. La reforma tributaria con la creación del impuesto a la renta personal es un imperativo en este sentido. Por otro lado, la descentralización implica coparticipación en el manejo de los tributos. Existen leyes que establecen porcentajes que deben ser remitidos automáticamente por el Ministerio de Hacienda, pero quedan sujetos a la decisión de las autoridades, que la mayoría de las veces priorizan los gastos de los partidos políticos (por ej., la última convención colorada) antes que los destinados a satisfacer las necesidades básicas de la población como salud y educación. Los mecanismos deben ser claros y transparentes, dejando de lado la discrecionalidad de los administradores de turno. De esta manera, la Agenda permite mirar al proceso de reforma como un todo, no sólo como programas o sectores, separados, aislados. En el Paraguay, la costumbre más frecuente es preparar programas aislados que no tienen relación alguna. Ninguno, o muy pocos documentos, recogen la idea de que los beneficios tradicionales se eliminen. El Programa de Reforma de CPR, presupone un cambio en las normas administrativas. Cada una de las acciones propuestas, con las leyes necesarias reconocen y explotan vínculos sociales y económicos, de forma tal que cada acción mejore el funcionamiento del sistema como un todo. En caso que no se asuma este proceso de reforma, el resultado será mayor atraso, mayor pobreza, mayor iniquidad. Se realizarán recortes irracionales en la calidad y cantidad de servicios suministrados por el Estado. Existe una elección fundamental que realizar: aceptar los costos para obtener mayores beneficios en el mediano plazo, o bien, enfatizar las satisfacciones de corto plazo y luego ser obligados por los gastos acumulados. Decisiones de este tipo no son desconocidas para la población, así se aceptan bajas remuneraciones mientras se estudia para ganar más tarde. Se ahorra para la vejez y se invierte para el mejor futuro de los hijos. La gente de la comunidad tiene un profundo sentido común. Sabe que la reforma del Estado es una necesidad. El documento permite que la población conozca lo que debe hacerse, de tal manera a evitar los sobornos electoralistas, que muchas veces distraen la atención de los problemas reales. Se necesitan políticos que tengan agallas para tomar decisiones que brinden beneficios sustentables para mejorar los estándares de vida común. El Programa de la Reforma de CPR busca también que los políticos comprendan que las acciones exitosas y que benefician a la mayoría, son posibles de adoptar, que no constituyen un suicidio político. Es bueno recordar que el consenso para lograr decisiones que apunten a mejorar el bienestar común no se originan antes que se hagan o se implementen. El consenso se desarrolla en forma progresiva, después de adoptarlas, al suministrar resultados positivos a la ciudadanía. Las decisiones de calidad implican personal de calidad. Para ello, un prerrequisito para el éxito es ubicar a las personas de probidad en los puestos estratégicos. La credibilidad es crucial. La ciudadanía debe exigir personas nuevas. La Agenda pretende alumbrar el sendero. El cambio es difícil si las personas no conocen a dónde van. Se necesita vislumbrar un mejor futuro. Se busca crear el marco correcto para ayudar a que todos los miembros de la sociedad, sin distinción, actúen más eficazmente. Si queremos romper el círculo vicioso en el cual se encuentra la política, economía y sociedad paraguaya, tenemos que reconocer que los políticos no pueden y no resolverán los problemas por nosotros. La ciudadanía debe involucrarse en el proceso. Se debe dejar de criticar, observar desde el balcón, y tomar la molestia de involucrarse personalmente. De otra forma, los intereses de grupo seguirán prevaleciendo sobre la mayoría. La participación de cada ciudadano y ciudadana cuenta! Reducir un programa de reforma a la privatización es simplemente una manera de abortar un proceso y generar mayor resistencia al cambio. Se reconocen los altos costos sociales que provendrán del achicamiento del Estado, sobredimensionado y deficiente. Para ello, será necesario que se establezcan programas de reconversión y reinversión laboral. Los programas de reforma para que sean sostenibles tienen que ir, pari passu, resolviendo los problemas sociales. Un prerrequisito para el éxito es ubicar a las personas de probidad en los puestos estratégicos. La credibilidad es crucial. La ciudadanía debe exigir personas nuevas. Si queremos romper el círculo vicioso en el cual se encuentra la política, economía y sociedad paraguaya, tenemos que reconocer que los políticos no pueden y no resolverán los problemas por nosotros. La ciudadanía debe involucrarse en el proceso.


 
 
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