.
.
.
...EDITORIAL.
..Golpe a Golpe...
.
Un nuevo golpe militar nos ha sorprendido en la tardecita del 18. Una vez más, nos mantuvo en vigilia durante una noche dejándonos con la sensación de una transición nunca acabada. A renglón seguido nos llega el estado de excepción y nuevo tarifazo en el gasoil y los pasajes. Inestabilidad política, democracia vacía, deterioro económico y social.
La población está ya hastiada de tantos golpes: golpes de tanquetas y botas militares, de políticos corruptos e impunes, golpes al bolsillo de los ciudadanos, golpes de desempleo, hambre, mentira...una insoportable y cansina cantinela de golpes.
Posiblemente vivimos en Paraguay la experiencia de desierto padecida por el pueblo israelita al escapar de la esclavitud de Egipto. Como entonces no es de extrañar que, también ahora, no pocos suspiren por las ollas de los años de sometimiento. Esto explica, quizás, que apenas un 10% de nuestra población tenga confianza en la democracia.
El pueblo de Israel tuvo el aliciente de la tierra prometida y contó con exploradores que, después de haber incursionado en dicha tierra, dieron constancia de la abundancia de sus frutos e ilusionaron al pueblo con una visión cercana de la promesa realizada. También nosotros necesitamos, sin duda, exploradores de futuro que nos contagien de alegría y esperanza. ¿Pueden contribuir las artes a generar esta visión colectiva de esperanza?

Verso a Verso...
Recogemos en este número de ACCION algunas reflexiones relacionadas con los cambios generados en y por las artes durante los años de la transición. Nos hablan personas representativas del mundo de la cultura: música, literatura, audiovisuales. 
El arte, en sus diversas manifestaciones, puede despertar en nosotros un sentimiento de disgusto por lo que no debiera ser, así como, sobretodo, alegría y esperanza por el futuro que podemos construir. En los momentos de crisis, se nos dice en este número, el arte y la música del Paraguay supieron aportar elementos para la esperanza. Dan prueba de ello los diversos protagonistas de nuestra cultura aquí mencionados. Si, como dice Neruda, “la liberación de los pueblos siempre pasa por el canto”, en el Paraguay tenemos una gran tradición musical y muchos cultores de la música.
Pero también tenemos poetas y narradores. Vemos con alegría la afirmación de la mujer en el campo literario y el renacimiento de la literatura en guaraní al compás del reconocimiento de éste como lengua oficial, a la par que el castellano, en la nueva Constitución. Si la verdadera habilidad del narrador consiste en reproducir las imágenes guardadas en su memoria, nuestra literatura con su poesía y prosa puede entregarnos su testimonio sobre el tiempo que vivimos y revelarnos elementos de esa visión de futuro deseado y posible que es nuestra tierra prometida.
Igualmente las artes e industrias audiovisuales pueden y deben desempeñar un papel fundamental en el proceso de cambio de nuestra sociedad con tal de que apoyemos dicha industria y la libertad creativa de sus artistas.

¡Paremos, pues, de una vez nuestra noria de golpes!. Pongámonos a trabajar y reformemos nuestro país afrontando con decisión sus acuciantes problemas. ¿Hasta cuando esperaremos para que se reestructuren y achiquen las fuerzas armadas, e incluso desaparezcan si no son necesarias? ¿Qué tendremos que hacer para que acabe el prebendarismo y la repartija de cargos y se fomente en su lugar un empleo eficiente y productivo? ¿Hasta cuando legisladores y jueces respaldarán la corrupción e impunidad de los saqueadores de este país? “Si pudimos”, ... ¿no podremos como poder ciudadano lograr auténtico control de la gestión de los políticos premiando con nuestros votos sólo a quienes procuran con empeño el bien común del país?
La sociedad paraguaya vive momentos de escasez, pobreza y extrema desigualdad. Si una vez fue posible en nuestro país una economía excedentaria, con necesidades básicas cubiertas, ¿no será posible lograrlo de nuevo en un Paraguay desarrollado, pero justo y solidario?
 

                                                                                                             Top

.
© Derechos Reservado Uninet - Asunción, Paraguay